La mejor manera de cambiar es mediante pequeños cambios diarios. Debemos dejar que nuestro cuerpo, mente y alma acepten y disfruten de ese pequeño cambio, que viene acompañado de una mejoría.
Digamos que te cuesta hacer ejercicio diario, te propones por las mañanas o en algún momento del día que puedas estar y dedicarle unos 10 minutos, sea a una caminata o algún ejercicio que realices en casa. Unos minutos diarios para empezar son suficientes para que tu cuerpo empiece a integrar esta nueva rutina.
Luego vas aumentando y variando los ejercicios, pueden ser con un coach o con algún programa que encuentres en internet que te sirva y te motive.
Intenta hacerlo en el mismo horario, esto beneficia a tu cuerpo y mente que lentamente se habitúa a esta nueva rutina.